El 20 de noviembre de 1845 es el día en que nuestros Patriotas Federales al mando del General Lucio Mansilla en el Proyecto de Rosas y San Martín por la Liberación Nacional, con puro coraje, amor inclaudicable hacia nuestra Patria y por dejarnos un suelo en el que su pueblo no dependa de los imperialismos a los cuales éramos entregados por los unitarios y oligarcas (que peleaban como siempre en el otro modelo de país chico, para unos pocos).
Con inferioridad numérica y armamento, pero con superioridad de alma y amor hacia la causa; y patriotismo le dieron tan dura batalla a la llegada de los invasores que se trataba nada mas y nada menos que de las dos mas grandes y potentes flotas mundiales que tuvieron que retirarse derrotadas.
Este sentimiento de lucha, entrega, patriotismo y pelear por la liberación debería ser reivindicado por todos los argentinos. Sin embargo como toda fecha que marca una gesta en el camino hacia lograr la independencia (todavía inconclusa) intenta ser ocultada.
Hoy desde el Movimiento Universitario Descamisados creemos que todo argentino debe tener la frente bien alta y que esta sangre derramada por nuestros paisanos no sea en vano, ya llegara la hora en que los pueblos, del nuestro y el de toda Latinoamérica nos levantemos y consigamos la definitiva independencia.
-Brindamos por la Estatización de Aerolíneas Argentinas;
-Brindamos por la Estatización de las Jubilaciones (AFJP);
-Brindamos por la pronta estatización de la Fabrica Militar de Aviones.
-Brindamos por el castigo a los Menendez y a todos los genocidas que al servicio de la oligarquía vendieron la Patria y asesinaron a nuestros 30 mil compañeros.
-Hoy más que nunca que Viva la Soberanía y que la Republica se levante contra el imperialismo y sus multinacionales y contra la Oligarquía Local que hace 200 años hacen negocios con ellos.
Saludamos a todos los compatriotas que estamos en el camino de la pelea cotidiana por esta causa, un país digno para vivir y Soberano.
“Seamos Libres lo demás no importa nada” Jose de San Martin
Escuchen este tema cantado por el Compañero, Hermano Uruguayo Alfredo Zitarrosa... Sobre "La Vuelta de Obligado"
Por Ing. Fernando M. Fluguerto Martí
18 de noviembre de 2007
Hubieron tres hechos en la historia de nuestra Patria Argentina que son prácticamente desconocidos para la mayoría de los argentinos y que tampoco se enseñan como es debido en las escuelas públicas y privadas.
Ellos son: La Batalla de “la Vuelta de Obligado”, la batalla de “Punta de Quebracho” y el combate del “Cerro de la Caballada.”
DÍA DE LA SOBERANÍA NACIONAL.
BATALLA DE “LA VUELTA DE OBLIGADO”
Gobernaba Juan Manuel de Rosas, San Martín lo apoyaba desde su exilio y en todo el país se oyó el deseo de seguir siendo una nación libre y no una colonia extranjera, aun a costa del enorme sacrificio que ello significaría.
El 20 de noviembre de 1845, noventa buques mercantes remontaban las aguas del Río Paraná custodiados por una poderosa flota de barcos de guerra ingleses y franceses, con casi cien cañones a bordo.
La presencia extranjera pretendía obtener garantías que les permitieran el libre comercio en el Litoral y el Paraguay y el libre tránsito por el estuario del Plata y los ríos interiores, pertenecientes a la cuenca del mismo, sin solicitar la autorización del gobierno argentino y convertir a Montevideo en una factoría comercial para ambas potencias..
Con patriotismo, inteligencia y astucia, Rosas preparó la defensa cerrando el Paraná con baterías escalonadas a lo largo de sus costas para librar batalla contra sus agresores. La principal defensa se encontraba en la Vuelta de Obligado al norte de la ciudad de San Pedro.
Así, en un recodo del Río Paraná, cercano a la actual ciudad de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires, se dispusieron 2.200 hombres, soldados regulares y gauchos, y 35 piezas de artillería dirigidos por el general Lucio N. Mansilla.
El general Lucio Mansilla hizo tender, de costa a costa, sobre 24 lanchones, tres gruesas cadenas salpicadas con vivaces banderas celestes y blancas. En la ribera derecha del río montó 4 baterías artilladas con 30cañones, muchos de bronce, con calibres de 8, 10 y 12, siendo el mayor de20, los que eran servidos por una dotación de 160 artilleros.
Cerca se extendían las tres cadenas cubiertas por banderas argentinas. Cuando los invasores estuvieron a tiro Mansilla ordenó el primer disparo de artillería.
Los buques de guerra ingleses y franceses, modernos, blindados y con torretas de artillería naval giratorias y cañones con el alma estriada eran dañados seriamente por viejos cañones de bronce de ánima lisa, que hacían estragos, manejados con maestría por los artilleros criollos, que iban agotando su munición.
La escuadra de guerra anglo-francesa estaba formada por 11 buques de combate.
La principal fortificación argentina se encontraba en la Vuelta de Obligado, donde el río tiene 700 metros de ancho y un recodo pronunciado dificultaba la navegación a vela.
Además, en las trincheras había 2000 hombres al mando del coronel Ramón Rodríguez (entre ellos, los infantes del Regimiento 1 Patricios) y un único buque de guerra- el “Republicano” de 6 cañones, que tenía como misión cuidar las cadenas que cruzaban el río.
El combate se inició al amanecer con múltiples bajas por parte argentina: 250 muertos y 400 heridos, 21 cañones de la batería cayeron en poder del enemigo que los inutilizó. Asimismo, incendiaron los lanchones que sostenían las cadenas y se perdió el buque Republicano, que fue volado por su propio comandante ante la imposibilidad de defenderlo.
Los agresores, por su parte, tuvieron 26 muertos y 86 heridos y sufrieron grandes averías en sus naves que obligaron a la escuadra a quedarse 40 días en Obligado para reparaciones de urgencia.
Las fuerzas de nuestro país, bajo el mando del General Lucio Mansilla, estaban conformadas por cuatro baterías colocadas sobre la barranca, la Restaurador Rozas, la General Brown, la General Mansilla y la Manuelita, a cargo del Teniente Coronel de Artillería Juan Bautista Thorne. En ellas había un total de 21 cañones, el mayor de los cuales era de 24 libras.
Además se había dispuesto atravesando el río, que tiene en su brazo principal unos 800 metros de ancho en ese tramo, una barrera compuesta por 24 buques desmantelados unidos por tres gruesas cadenas.
Detrás de esta barrera flotante, sobre la margen izquierda, recostada sobre la isla, estaba el bergantín Republicano, único barco activo de la defensa argentina, estaba anclado y con las velas arriadas: su misión era la de servir de batería flotante con los seis cañones de que estaba dotado.
El dispositivo defensivo tenía también otras disposiciones menores sobre las cuales no nos extendemos, amen de las tropas de infantería y de caballería que estaban apostadas en las cercanías de la barranca.
Las fuerzas anglo-francesas por su parte estaban compuestas por los siguientes navíos; corbetas Expeditive y Comus, bergantines Philomel, Dolphin, Fanny, San Martín, Pandour, Procide, y los vapores Fulton, Firebrand y Gorgon.
Cerca de un centenar de cañones, de calibres mucho mayores que los de la defensa, varios de ellos de la mas moderna tecnología disparaban balas con espoleta. Por otra parte ya habían sido usados con éxito en aventuras coloniales en México.
La diferencia en cuanto a la artillería era mayúscula a favor de los aliados, pero la cosa no habría de ser fácil para ellos pues el dispositivo defensivo estaba muy bien planeado: el recodo del río hace difícil la navegación a vela, máxime bajo fuego, la altura de las barrancas era además una gran ventaja para la artillería de Mansilla.
Pasado el mediodía se sucedieron los hechos decisivos, primero se produjo la voladura del único barco argentino; el parte inglés dice que a causa de una granada, el parte argentino dice que por obra del propio capitán del Republicano que tomo la decisión al quedarse sin municiones.
El combate prosiguió varias horas, hasta que se produjo el desembarco cerca de las seis de la tarde y la toma de las baterías.
Una lancha inglesa lograba con gran esfuerzo cortar las cadenas en un punto cercano a las islas; entonces los tres vapores, que habían permanecido a retaguardia durante casi toda la mañana, pasaron río arriba y comenzaron a bombardear las baterías, las cuales quedaron entonces tomadas con fuego cruzado.
Las naves aliadas lograron pasar Obligado, llegaron hasta Corrientes, pero fueron hostigadas siempre en su paso frente a las barrancas santafesinas. Sin embargo, aunque pudo franquear el paso hacia el Paraná, el enemigo no pudo ocupar las costas (de vital necesidad estratégica), por lo cual su victoria no fue completa.
Las bajas de los argentinos resultaron muchas por el heroísmo en la defensa de la posición y por la desproporción en el armamento, pero el hecho, demostraría a los interventores que no podrían vencer, pues la guerra de resistencia sería franca e implacable.
Quedaron en el campo de batalla alrededor de tres centenas de muertos argentinos. Las bajas de los invasores fueron cercanas al centenar.
Las noticias de las pérdidas comerciales sufridas por el convoy y los relatos de la hidalguía y bravura de los argentinos llegaron a Londres.
Ante esta situación, los gobiernos extranjeros ordenaron el retiro inmediato e incondicional de sus escuadras en el Plata desagraviando al pabellón argentino con 21 cañonazos.
Las repercusiones de la batalla tuvieron gran difusión en toda América. Chile y Brasil cambiaron sus sentimientos - que hasta entonces habían sido hostiles a Rosas - y se volcaron a la causa de la Confederación. Hasta algunos unitarios - enemigos tradicionales de Rosas- se conmovieron y el general Martiniano Chilavert se ofreció a formar parte del ejército de la Confederación para defenderla de los enemigos europeos.
Unos meses después, y este es un hecho menos conocido, el 4 de junio de1846, Mansilla se cobró revancha en El Quebracho, muy cerca del convento de San Lorenzo, sobre el Paraná, el lugar del famoso bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a caballo del general San Martín.
¡¡¡PATRIA SI, COLONIA NO!!!
MOVIMIENTO UNIVERSITARIO DESCAMISADOS
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